Powered By Blogger

sábado, 2 de julio de 2011

El tiempo, inteligente como el mismo.

Hola a todos de nuevo. Vamos a hablar de mi vida, para no perder la costumbre. Pues hoy nos remontamos a mis siete años de vida. Pues a esa edad, a mi padre lo destinaron a trabajar a Cáceres, en Extremadura. Allí, me convertí en el chulo de barrio, pero siempre sin salir de las típicas travesuras de niño, como pueden ser peleas, bromas a l@s chic@s... Pero bueno. Era lo que había. A los cinco años de vivir allí, con mis amigos ya asentados, con una soltura en la calle que sabía Dios de donde venía, pues era un tanto tímido: volvieron a destinar a mi padre a la ciudad de la que procedo. Mi ciudad natal, llamemosla Cualquiera City. Yo, apenado, le dí a mis amig@s cacereños mis posesiones mas preciadas, para que no me olvidaran, y tras una fiesta de despedida, me fuí a mi ciudad natal de nuevo, Cualquiera City. Una vez llegué a Cualquiera City, me costó desenvolverme como lo hacía en Cáceres, pues no pude adaptarme a la perfección como hice allí. No salía a la calle, me peleaba con mis hermanos y encima hacía malas cosas en el colegio, esto es, pelearme con los chicos, contestar a los profesores... Yo, harto de tanta tonteria y de mis avergonzantes actos, dos años despues de estar en Cualquiera City, le dije a mis pades que quería volver a Céceres. Pero mis padres me dijero que solo ibamos a visitarlos. Yo un tanto apenado, pues mi idea era quedarme, acepté y me fuí con ellos. Cuando llegamos, ellos se fueron con los ex-compañeros del trabajo de mi padre, y yo con mis antiguos camaradas de bromas. Cuando llegué al lugar en el que quedamos, estaban todos fumando porros. Eso me resultó un tanto impactante, pues lo chicos buenos con los que yo salía allí, no eran ellos, esos eran unos YONKIS. Yo estuve allí, pero no estaba a gusto, pues ellos pasaban de mí porque no fumaba porros. Yo estaba alegre de no hacerlo, porque no me gustaba el humo y encima iba a acabar como ellos, salir como zombies en busca de drogas; y por si no fuera poco, problemas serios con otros chicos, y como que no.
Cuando me fui a Cualquiera City de nuevo, mis problemas de amistades y autismo propio empezaron a desaparecer, por el simple echo de que lo que ví en Cáceres no me gustó nada, y esa seguridad de saber decir que NO, y esa seguridad con la que tomaba mis actos, llamaron la atención de los que me rodeaban,  y a esos que antes me rodeaban, ahora puedo llamarlos mis amigos. En fin, el tiempo, tan inteligente como siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario